Nunca muchos goles fueron tan poco. Los goles son para gritarlos, para festejarlos, pero que triste es cuando esos mismos goles no te llevan a lo más alto, no te llevan a dónde quieres ir, a tu objetivo, no te llevan a disputar un bicampeonato.
Se acabó el sueño y es difícil despertar. Es difícil este momento. Nos despedimos por la puerta falsa. Nos despedimos antes de tiempo.
Dejemos que caigan algunas lágrimas, de tristeza, de rabia. Dejemos que salgan algunos insultos, a aquellos que no pusieron lo que tenían que poner, a aquellos que no defendieron la camiseta, a aquellos que poco les importa nuestra rica historia. A aquellos que se atrevieron a manchar la celeste con mierda.
Dejemos que se escuchen los aplausos, para los guerreros del campo, para los que siguieron hasta el final, para los que se lesionaron por salvar un gol, para los que estuvieron en las buenas y en las malas, para los que besan el escudo y abrazan la camiseta. Gracias a todos ellos.
Luego comenzará todo de nuevo. Esto es fútbol. Y si no es hoy, mañana tendremos otra oportunidad, otra oportunidad para demostrar que somos mejores, que somos ganadores.
Gracias Sporting Cristal. Gracias por las alegrias, por las tristezas, por todo. Porque eres lo mejor de mi vida. Muchas gracias. El próximo año vendrá la revancha. Fuerza Cristal!!!
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